El melanoma es el tipo más grave de cáncer de piel. Se forma en las células que dan color a la piel
(melanocitos). Se presenta en forma de lunares inusuales y de bordes irregulares, por cambios de color o forma.
Factores de riesgo
Exposición constante a la radiación ultravioleta
Edad entre 30 y 60 años
Mutación genética o antecedentes familiares
Lesiones precursoras como los nevus y lunares grandes.
Principales síntomas
Cambios en el tamaño, forma, textura o color de un lunar existente.
Aparición de lunares nuevos.
Sensación de comezón y dolor al palpar algún lunar. Ulceraciones o sangrado.
Para identificar signos de advertencia de melanoma, debemos aplicar la regla "ABCDE" en los lunares existentes:
Asimetría: la forma del lunar es desigual.
Borde: los bordes son irregulares, dentados, desiguales, o borrosos.
Color: el lunar tiene varios tonos, de color negro, marrón, y tostado. También se puede visualizar zonas blancas, grises, rojas, o azules.
Diámetro: suele ser mayor a 6 milímetros (mm) o puede aumentar de tamaño.
Evolución: cambio de tamaño, forma, color, o aspecto, o crecimiento en un área de la piel que era normal.
Prevención
Evitar la exposición al sol, especialmente cuando la luz ultravioleta es más intensa (entre las 12 y 16 horas) y en días nublados.
Usar barreras físicas de protección: sombrillas, sombreros, gafas de sol, camisetas manga larga.
Aplicar en la piel protectores solares con filtros de protección UVA, adecuados a nuestro tipo de piel.
Autoexamen de la piel, prestando especial atención a los lunares
CONCIENTIZACIÓN
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